Los
primeros plásticos: El primer plástico se produjo en Estados Unidos con motivo
de un concurso. En la década de 1860, se ofrecieron 10.000 dólares a la persona
que consiguiera reemplazar el marfil —cuyas reservas se agotaban— por un
material igualmente bueno para fabricar bolas de billar. Ganó el premio John
Wesley Hyatt con un material llamado celuloide.
El
celuloide se fabricaba disolviendo celulosa, un hidrato de carbono obtenido de
las plantas, en una solución de alcanfor y etanol. Este nuevo material encontró
pronto amplia utilización para fabricar una gama de productos tales como mangos
de cuchillo, puños y cuellos de quita y pon, monturas de gafas y película
fotográfica. Sin el celuloide, no hubiera podido arrancar la industria
cinematográfica, a fines del siglo XIX.
El
celuloide puede ser ablandado repetidamente y moldeado de nuevo por la acción
del calor, por lo que recibe el calificativo de termoplástico. En 1907 Leo
Baekeland (1863-1944), un químico belga que trabajaba en Estados Unidos,
inventó otro tipo de plástico, al provocar que el fenol y el formaldehído
reaccionaran juntos. Baekeland lo llamó baquelita, y fue el primero de los
tennofraguantes: plásticos que pueden ser fundidos y moldeados mientras están
calientes, pero que no pueden ser ablandados por el calor y moldeados de nuevo
una vez que han fraguado.
La
baquelita es un buen aislante y es resistente al agua, a los ácidos y al calor
moderado. Con estas propiedades, no tardó en utilizarse en la fabricación de
interruptores, artículos domésticos como mangos de cuchillos y componentes
eléctricos para automóvil.
La proliferación de los plásticos
A
causa de estos éxitos, los químicos comenzaron a buscar otras moléculas
sencillas que pudieran enlazarse para crear polímeros. En la década de los 30,
químicos británicos descubrieron que el gas etileno polimerizaba bajo la acción
del calor y la presión, formando un termoplástico al que llamaron polietileno.
El
polipropileno vino después, en los años 50. Ambos se emplean para fabricar
botellas, tuberías y bolsas de plástico. Un pequeño cambio en la materia prima
—reemplazando en el etileno un átomo de hidrógeno por un átomo de cloro—
produjo el PVC (cloruro de polivinilo), un plástico duro y resistente al fuego,
adecuado para desagües y alcantarillado. Añadiendo ciertas sustancias químicas,
se puede producir una forma blanda de PVC, adecuada como sustituto del caucho
en algunos artículos como la ropa impermeable. Un plástico muy parecido es el
teflón o PTFE (politetrafluoretileno). Su coeficiente de fricción, muy bajo, lo
hace ideal para cojinetes, rodillos y sartenes antiadherentes.
El
poliestireno, desarrollado durante los años 30 en Alemania, es un material
transparente y parecido al vidrio; se emplea en la fabricación de envases de
comida, electrodomésticos y juguetes. El poliestireno expandido —una espuma
blanca y rígida— se usa mucho en embalaje y aislamiento. Los poliuretanos,
inventados también en Alemania, encontraron utilidad como adhesivos, para
revestimientos y, en su forma de espumas rígidas, como materiales aislantes.
Todos estos plásticos se producen con sustancias químicas derivadas del
petróleo, que contiene exactamente los mismos elementos —carbono e hidrógeno—
que muchos plásticos.
https://www.youtube.com/watch?v=Cg8VbrWXJjM
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